Tuesday, October 11, 2005

Trabajo

No he podido escribir nada durante la última semana. He trabajado como una perra y bebido como una borracha. Una perra borracha. La verdad es que no recuerdo haber trabajado tanto desde hace años. Recuerdo, por ejemplo, una época especialmente delicada de mi vida, en la que trabajaba a destajo. Trabajaba con mi ex marido –un trabajo delirante, en el que me pasaba las horas muertas ante el ordenador; no hay nada más estresante que no hacer nada durante horas, días, semanas…–, trabajaba con R. –otro trabajo delirante: unos guiones locos escritos en las condiciones más extremas; nuestro método de trabajo era también tremendamente delirante… pero en latín: nos sentábamos mano a mano, abríamos una botella de vino y, varias botellas más tarde, habíamos parido varios personajes con un catálogo de traumas que ríete tú de De repente, el último verano–, trabajaba en una novela –otro disparate–, trabajaba en sobrevivir –disparate máximo– y, sobre todo, trabajaba en no perder la cabeza. La perdí. Me dio un jamacuco. “El mundo es cada vez más feo feo feo feo feo feo feo feo…”

Bueno, hoy no pienso que el mundo es cada vez más feo. No es más ni menos feo de lo que ya era hace un par de años –o sea, un árido panorama de horcas y hogueras–, eso sí, vuelvo a trabajar como hace un par de años. Como una bestia. Como una perra. O sea. Otra vez perra y otra vez borracha. Perra borracha, again.

1 Comments:

Blogger Manuel said...

Salud!

8:38 AM  

Post a Comment

<< Home