Tuesday, March 14, 2006

Burras

Últimamente, me reprochan que no publico apenas, que estoy vago –no es tanto una cuestión de estado como de naturaleza, aunque en ambos casos me quede con el copulativo (yo soy muy de copulativos)–. Pues no. Lo que pasa es que no tengo tiempo ni de rizarme las pestañas. No me pasaba nada parecido desde que estuve en un diario local, en la Ciudad Funeraria. Trabajaba como una burra de carga y –lo admito– no me sentía menos realizado desde que era un feto; eso de que el trabajo realiza al hombre debió decirlo un travesti. Y yo, todavía, no soy travesti. Maricón, sí. Travesti, no. Pero nunca se puede decir de esta agua (fecal) no beberé. Mi experiencia, de hecho, es que una vez que pruebas el agua fecal… Bueno, a quién quiero engañar: últimamente no pruebo el agua, ni fecal ni Evian; últimamente lo único que pruebo es la ginebra. El domingo, sin ir más lejos, me pimplé una botella de Bombay Sapphire de cabo a rabo (yo, además de copulativos, también soy muy de rabos).

En fin, el caso es que en aquella época, cuando trabajaba como una esclava nubia en la corte de Juba II (yo, además de copulativos y rabos, también soy muy, pero que muy fan de Cleopatra Selene; en general, soy súper fan de todos los survivors), también me di a la bebida. Una barbaridad. Eso sí, en aquella época yo era más de whisky. Ahora estoy en una etapa furiosamente blanca: dry martini o, en su defecto, gin tonic o, en su defecto, directamente desatascador de tuberías.

Cuando te levantas y lo primero que haces es aguantar las ganas de chillar o de tirarte directamente por el balcón –por el momento, no creo que lo haga: vivo en un segundo y lo único que conseguiría es hacer el ridículo, como mi tía Bienve, la pobre–, el alcohol no es un problema. Por supuesto, tampoco es la solución. Pero, qué queréis que os diga, es mi amigo. Y yo, con los amigos, soy súper generoso: me entrego con los brazos abiertos. Bueno, con los amigos y con los desconocidos… Y luego pasa lo que pasa.

1 Comments:

Blogger Casanova said...

Te oigo (te leo,màs bien) y eres clavadito,clavadito a mi tìa Dorothy.La pobre que ya se quedò a vivir en aquel hotelito,nunca vino a casa a estar con nosotros.Escribìa como una posesa,sobre todo cuando estaba borracha,que era todo el tiempo,menos cuando roncaba.Y allì se quedò tiesa,sentada como la que lee el Hola,con una pierna doblada sobre la otra,su vasote de ginebra medio acabado,y poco màs.Mi tìa Dorothy muriò solita y borracha y yo nacì...No soy tan fino como ella.Yo soy cervecero,hosco,gordo y apesto a sudor y a Chesterlight.Nada que ver con mi tìa,la pobre

7:07 PM  

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